España – 39
España mantiene su puesto 39 este año con una puntuación del 48%. Su clasificación en Finanzas en la Jubilación mejora en un puesto, pero registra una disminución de dos puestos en el subíndice de Calidad de Vida y baja un lugar en cada uno de los subíndices de Salud y Bienestar Material.
La caída al puesto 21 este año en el subíndice de Calidad de Vida es el resultado de puntuaciones más bajas en los indicadores de calidad del aire, agua y saneamiento, y biodiversidad y hábitat, aunque España sigue por encima de la media entre los países del GRI para estos dos últimos factores. España ha reconocido el margen de mejora al establecer objetivos a través de programas como el NAPCP y el Plan Estratégico para los Humedales 2030, que buscan avanzar en estas áreas en los próximos años.
España muestra un movimiento mínimo dentro del subíndice de Salud, ya que registra una caída de un puesto en su clasificación. Para el indicador de gasto en salud per cápita, su puntuación se mantiene estable en 74%, pero baja un puesto en el ranking (26º), mientras que mantiene su posición 27ª para el indicador de gasto en salud asegurado. España sube un puesto al quinto en esperanza de vida con una puntuación del 94%. España ha hecho esfuerzos para fortalecer el Sistema Nacional de Salud (SNS) en los últimos años desde la perspectiva de financiación y cobertura. A medida que la esperanza de vida de España aumenta tras los efectos de la pandemia de COVID-19, estos avances se volverán cada vez más importantes en los próximos años, ya que el país enfrenta los desafíos financieros asociados con una población envejecida.
España baja un puesto al 42º en el subíndice de Bienestar Material, ya que su puntuación sigue siendo arrastrada por un mal desempeño en el indicador de desempleo, donde nuevamente ocupa el último lugar este año. Sus posiciones en los indicadores de ingreso per cápita e igualdad de ingresos mejoran este año, en cuatro y dos puestos, respectivamente. España ha hecho avances sustanciales en el desempleo durante la última década, pero sigue rezagada con respecto a sus pares de la Eurozona. A pesar de este impulso, desafíos estructurales significativos continúan frenando más avances, incluyendo una alta proporción de trabajadores temporales y una productividad económica relativamente baja que presiona el crecimiento del empleo en general.
En el subíndice de Finanzas en la Jubilación, España sube al 35º, un puesto más que el año pasado, a pesar de un rendimiento muy consistente año tras año en la mayoría de los indicadores. El dato atípico es una caída de siete puestos en el indicador de inflación, y aunque su puntuación se mantiene estable en 90%, otros países han logrado un progreso más significativo en la reducción de los niveles de inflación en el último año. España también baja ligeramente en el ranking tanto para la dependencia de la vejez como para los préstamos bancarios no rentables. Un aumento de dos puntos porcentuales en el indicador de endeudamiento del gobierno es la única mejora que España ve este año dentro del subíndice, ya que el país ha continuado viendo disminuir los niveles de deuda pública en los últimos cinco años.