Fund Selector Outlook 2023
El Fund Selector reflexiona el equilibrio entre la complejidad de los mercados y la evolución de las necesidades de los clientes
Los fondos gestionados activamente, las inversiones sostenibles y los activos privados dominarán 2023 según los selectores de fondos
- La inflación sigue siendo una de las principales preocupaciones de los selectores profesionales de fondos de todo el mundo, seguida de cerca por los tipos de interés y un posible error por parte de los bancos centrales.
- Para aislar las carteras, los selectores de fondos esperan un resurgimiento de los bonos, así como un aumento de las asignaciones a activos privados.
- El 71% de los selectores profesionales de fondos cree que los mercados favorecerán la gestión activa en 2023, ya que el 54% prevé que la recesión revelará las principales carencias de las inversiones pasivas.
Tras un año de inflación elevada, agitación geopolítica y subida de los precios de la energía, los selectores de fondos profesionales esperan más de lo mismo en 2023, ya que el 62% a nivel mundial creen que será absolutamente necesaria una recesión para controlar la inflación, según una encuesta publicada hoy por Natixis Investment Managers (Natixis IM). La convicción varía según regiones, del 74% de Asia, al 57% de Norteamérica, mientras que en la región de Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) el porcentaje es del 65%.
Natixis IM encuestó a 441 selectores profesionales de fondos en empresas que gestionan más de 30 billones de dólares en activos totales de clientes, procedentes de las principales plataformas de gestión de patrimonios, banca privada y seguros de todo el mundo. Cuando se les preguntó por el año que se avecina, la inflación (70%) y los tipos de interés (63%) siguen siendo las principales preocupaciones de las carteras y un potencial error por parte los bancos centrales (52%) se sitúa como el mayor riesgo económico. En el caso de EMEA, el miedo a un error de política monetaria se eleva al 57%. Los cambios en las prácticas comerciales también pesan en sus mentes, ya que al 62% de los selectores profesionales de fondos les preocupa que el paso de un comercio global a una producción más nacional y a la deslocalización amiga obstaculice el crecimiento.
Todos estos riesgos llegan en un momento en el que el sector de la gestión de patrimonios se enfrenta a cambios drásticos, ya que los inversores buscan servicios de planificación financiera más completos y las empresas se esfuerzan por adaptar sus ofertas para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes. En consecuencia, los selectores no sólo tienen que hacer frente a los retos del mercado que se avecinan, sino también ofrecer nuevas opciones de inversión.
A pesar de las difíciles perspectivas, los selectores profesionales de fondos siguen siendo optimistas de cara al año que viene, ya que el 73% afirma que mantendrá o aumentará sus previsiones de rentabilidad media, que se sitúan en 8,8%. En EMEA, donde el promedio esperado de retorno a largo plazo es ligeramente inferior (8,5%), la convicción positiva es incluso mayor, pues llega hasta el 76%, superando a las regiones de Norteamérica y de Reino Unido.
Aunque pocos creen que necesitarán hacer cambios totales en la estrategia de la cartera para alcanzar las expectativas de rentabilidad, están planeando pequeños pero significativos cambios en las asignaciones para navegar en el incierto entorno económico y de mercado.
Reforzar las carteras de los clientes
Aunque los selectores profesionales de fondos consideran que la inflación es un riesgo clave de la cartera, también ven una oportunidad potencial en las subidas de los tipos de interés que vienen con ella. Tres cuartas partes creen que el aumento de los tipos de interés propiciará un resurgimiento de la renta fija tradicional, y el 51% (una cifra que sube al 61% en el caso de EMEA) afirma que aumentará sus inversiones en deuda pública, y otro 46% informa de que incrementará sus asignaciones a empresas con grado de inversión (52% en EMEA).
En el lado de la renta variable, los selectores profesionales de fondos parecen ser relativamente optimistas para 2023, ya que buscan cambiar la ponderación de la renta variable para captar el lado alcista de las alteraciones del mercado. Seis de cada diez (59%) son alcistas con respecto a las acciones, un 9% más que los inversores institucionales encuestados un mes antes*.
Los selectores profesionales de fondos también tienen previsto mitigar el riesgo mediante el uso continuado de alternativas. Casi seis de cada diez afirman que recomiendan aumentar las asignaciones en inversiones alternativas debido a los mayores niveles de riesgo. La opinión sobre el riesgo es tan fuerte que el 63% afirma que cree que las inversiones alternativas deben formar parte de las carteras de los jubilados para ayudar a mitigar su exposición.
Dentro de los alternativos, los selectores profesionales de fondos son los más propensos a aumentar las asignaciones a infraestructuras (48%), seguidos de la renta variable privada (43%), las estrategias de rentabilidad absoluta (32%) y la deuda privada (31%). A la hora de la verdad, el 64% cree que las carteras compuestas por un 60% de renta variable, un 20% de renta fija y un 20% de alternativos superarán a la cartera tradicional 60:40 en 2023 (58% en EMEA).
La gestión activa destaca en un mercado de incertidumbre
Para respaldar esta afirmación, las recomendaciones de asignación muestran que los selectores están considerando las inversiones activas como una herramienta fundamental para gestionar las carteras de los clientes en el entorno actual. El 80% de los inversores profesionales afirma que la gestión activa es necesaria para encontrar alfa durante una recesión, y el 72% cree que las inversiones activas superarán a las pasivas; un dato que se eleva a casi el 75% en EMEA.
Además, el 54% de los selectores profesionales de fondos prevén que una recesión revelará las principales carencias de las inversiones pasivas, y a más de la mitad (67%) les preocupa que los grandes flujos de entrada y salida de inversiones pasivas exacerben los ya elevados niveles de volatilidad del mercado. Esto ha llevado al 59% de los selectores profesionales de fondos a plantearse aumentar las asignaciones a fondos activos este año.
Los cambios normativos impulsan el interés por la ESG
Se espera que la inversión sostenible experimente el mayor incremento de asignaciones en 2023, con un 61% de los selectores profesionales de fondos que afirman que aumentarán las asignaciones, cifra que llega al 74% en EMEA, donde la MIFID III exige que todos los asesores financieros hablen de inversión sostenible con sus clientes. Sólo el 48% de los selectores profesionales de fondos en Norteamérica tiene previsto aumentar las inversiones sostenibles.
Muchos también están buscando activos privados para mejorar su oferta de sostenibilidad, y el 30% informa de que recurrirá a los mercados privados para la inversión de impacto. Esto refleja la tendencia más amplia hacia los activos privados en general. Incluso cuando el panorama de los rendimientos empieza a cambiar, el 50% afirma que aumentará su oferta de inversiones privadas y el 44% cree que los activos privados constituirán un refugio seguro para los inversores.
Crear una experiencia de inversión más coherente
Las carteras modelo están cobrando cada vez más importancia para los selectores de fondos profesionales, ya que buscan gestionar las expectativas de los clientes y unificar las ofertas de inversión, y el 79% afirma que su empresa ofrece algún tipo de programa modelo.
El 82% cree que los modelos les permiten ofrecer a los clientes una experiencia de inversión más coherente y el 86% afirma que los modelos proporcionan un enfoque racionalizado. El 76% también afirma que ofrecer modelos a sus clientes les ayuda a gestionar su propia exposición al riesgo. Las capacidades de los modelos ESG cobrarán protagonismo en 2023, ya que casi la mitad (49%) de los selectores profesionales de fondos afirman que su empresa tiene previsto añadir carteras sostenibles a su oferta.
A medida que los selectores buscan aumentar su oferta de modelos, también recurren a gestores externos. Las encuestas anteriores de Natixis IM muestran que el uso autodeclarado de gestores externos por parte de los selectores se ha más que duplicado en dos años, pasando del 11% en 2021 al 24% en 2023 (25% en EMEA).
Los datos mostrados representan la opinión de los encuestados y pueden cambiar en función del mercado y otras condiciones. No deben interpretarse como asesoramiento en materia de inversión.
Este material se facilita únicamente con fines informativos y no debe interpretarse como asesoramiento en materia de inversión. Los puntos de vista y opiniones expresados corresponden a diciembre de 2022 y pueden cambiar en función del mercado y otras condiciones. No puede garantizarse que los acontecimientos se desarrollen según lo previsto, y los resultados reales pueden variar.
Toda inversión implica un riesgo, incluido el riesgo de pérdida. Ninguna estrategia de inversión o técnica de gestión del riesgo puede garantizar la rentabilidad o eliminar el riesgo en todos los entornos de mercado. El riesgo de inversión existe en las inversiones de renta variable, renta fija y alternativas. No existe garantía alguna de que una inversión vaya a alcanzar sus objetivos de rendimiento o de que vaya a evitar pérdidas.
A diferencia de las inversiones pasivas, no existen índices que una inversión activa intente seguir o replicar. Así pues, la capacidad de una inversión activa para alcanzar sus objetivos dependerá de la eficacia del gestor de la inversión.
Las estrategias de asignación de activos no garantizan los beneficios ni protegen contra las pérdidas.
Las inversiones alternativas implican riesgos únicos que pueden ser diferentes de los asociados a las inversiones tradicionales, incluida la iliquidez y la posibilidad de que se amplifiquen las pérdidas o ganancias. Los inversores deben comprender plenamente los riesgos asociados a cualquier inversión antes de invertir.
Las inversiones relacionadas con las materias primas, incluidos los derivados, pueden verse afectadas por una serie de factores, como los precios de las materias primas, los acontecimientos mundiales, los controles a la importación y las condiciones económicas, por lo que pueden implicar un riesgo sustancial de pérdida.
El índice S&P 500® es una medida ampliamente reconocida del rendimiento del mercado bursátil estadounidense. Se trata de un índice no gestionado de 500 valores ordinarios elegidos en función del tamaño del mercado, la liquidez y la representación de grupos industriales, entre otros factores. También mide el rendimiento del segmento de gran capitalización del mercado de renta variable estadounidense.
La inversión sostenible se centra en inversiones en empresas relacionadas con determinados temas de desarrollo sostenible y que demuestran su adhesión a prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG); por lo tanto, el universo de inversiones puede ser limitado y los inversores pueden no ser capaces de aprovechar las mismas oportunidades o tendencias del mercado que los inversores que no utilizan tales criterios. Esto podría tener un impacto negativo en el rendimiento global de un inversor dependiendo de si dichas inversiones están a favor o en contra.
La diversificación no garantiza beneficios ni protege frente a pérdidas.
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