Por qué todo el mundo habla de... Metaverso

No es sorprendente por tanto que empresas de todo tipo estén interesadas en probar suerte en la llamada “meta economía”. Además de gigantes tecnológicos como Meta (antes conocida como Facebook), NVIDIA, Microsoft y Google, que están desarrollando activamente los diferentes elementos que componen el metaverso, las firmas de moda y las marcas de consumo se están dedicando a crear artículos virtuales; el valor de los bienes virtuales asciende a 54 000 millones de USD al año, casi el doble de lo que se gasta en música.²

Mientras tanto, en Marzo, Dolce & Gabbana y Estée Lauder se unieron para organizar la primera Metaverse Fashion Week de la historia, un espectáculo de cuatro días de duración en Decentraland, un mundo virtual en 3D con unos 800 000 usuarios en todo el mundo.³ Competidores como Gucci, Prada y Ralph Lauren ya cuentan con locales en la Fashion Street de Decentraland, el barrio de la moda del mundo en 3D que, quizá algún día, rivalice con la Quinta Avenida o los Campos Elíseos.

Incluso el minorista de artículos de lujo con sede en París LVMH se ha sumado con cautela a la moda de los NFT. Bernald Arnault, su CEO y talismán, admitió recientemente que «es atractivo, es interesante, puede ser bastante divertido. Tenemos que ver cuáles son las aplicaciones de este metaverso y estos NFT».⁴

Por ahora, todo esto parece ser más una serie de inteligentes campañas de marketing que unas estrategias comerciales genuinas, algo que Arnault parece reconocer. Pero a medida que el mundo digital sigue evolucionando y cada vez más personas adoptan sus nuevas identidades virtuales, el metaverso puede llegar a ser en poco tiempo tan grande y lucrativo que sea imposible ignorarlo.

Como afirmaba recientemente JPMorgan, uno de los primeros bancos en establecer una presencia en el metaverso, «el riesgo de quedarse atrás justifica la inversión adicional necesaria para empezar».⁵

¿Cómo de grande es la oportunidad comercial que representa el metaverso? Las estimaciones varían enormemente. JPMorgan cree que la oportunidad de mercado podría alcanzar el billón de USD al año en ingresos, y asegura que el metaverso, como extensión de nuestras vidas físicas, va a «infiltrar todos los sectores en alguna medida en los próximos años».⁶ Esto supone más del doble de los ingresos globales generados por los smartphones en 2021, ingresos que han llevado a Apple a convertirse en una de las mayores empresas del mundo en cuanto a capitalización de mercado.⁷

Goldman Sachs ha ido aún más allá y ha predicho que todo el metaverso podría representar una oportunidad de 12,5 billones de USD, suponiendo que un tercio de la economía digital actual acabe desplazándose al metaverso y que el mercado siga creciendo a un 35 % anual.⁸

Y Citigroup cree que podría ser una oportunidad de entre 8 y 13 billones de aquí a 2030.⁹ Se trata de unas predicciones ambiciosas, pero quizá no imposibles.

Al principio habrá unos ganadores obvios. Gran parte de los 60 000 millones de USD en ingresos anuales actuales del metaverso corresponden a juegos y tokens utilizados en los juegos, con nombres como Fortnite y Roblox que reúnen a cientos de millones de usuarios.¹⁰

Esta tendencia también se va a acelerar y el crecimiento de los ingresos derivados de los juegos en el metaverso se va a ver favorecido por los juegos play-to-earn, el crecimiento de las bases de usuarios y el gasto cada vez mayor en el sector de los juegos. No es sorprendente que Microsoft pagara recientemente 75 000 millones de USD para hacerse con la empresa Activision Blizzard, con sede en Santa Mónica, cuyo juego online multijugador masivo, World of Warcraft, ya se considera un tipo de metaverso o realidad alternativa.¹¹

A medida que el metaverso se sigue expandiendo, otros ven oportunidades aún mayores. «Desde un punto de vista empresarial», asegura JPMorgan, «existen oportunidades para escalar masivamente. En vez de tener tiendas en cada ciudad, un gran minorista puede crear un centro global en el metaverso que dé servicio a millones de clientes».¹²

Esto puede generar nuevas oportunidades en países con bajos ingresos, en los que miles de millones de personas siguen esperando para convertirse en usuarios regulares de internet, algo que está a punto de cambiar. A medida que vayan cayendo las barreras de entrada a nuevos mercados y verticales, «una de las grandes posibilidades del metaverso es que va a ampliar enormemente el acceso al mercado de los consumidores de los países emergentes y con economías fronterizas», afirma JPMorgan.¹³

Finalmente, mientras más refleje y complemente el metaverso a nuestro mundo real, más trabajos tradicionales podrán pasarse a los mundos digitales. Los agentes inmobiliarios venderán parcelas o casas en lugares como Decentraland, los anunciantes se especializarán en el metaverso, los abogados y los contables ofrecerán sus servicios exclusivamente por internet a millones de personas y los expertos en ventas minoristas y marketing tendrán que adaptarse.

Ante un número incontable de nuevas oportunidades, empresas de todos los tamaños van a querer explorar este potencial o desarrollar una estrategia que incluya el metaverso.

Los inversores que quieran capitalizar el metaverso deberían ser prudentes por ahora, sin embargo, ya que no faltan ejemplos de historias que han acabado mal.

A pesar de ser uno de los pioneros de los juegos en el metaverso, Roblox ha perdido alrededor de un 70 % desde noviembre, alejando a inversores tempranos como ARK de Cathie Wood.14 Mientras tanto, el primer ETF del metaverso de la historia se ha dejado alrededor de un 40 % solo en este año.¹⁵ Y el interés en los efímeros NFT también se ha derrumbado, con unos precios exorbitantes por más NFT superfluos (dibujos de piedras o el primer tuit de Jack Dorsey, ¿hola?).

Incluso Facebook, que ha echado toda la carne en el asador cambiando el nombre de la compañía a Meta y planificando la inversión de 10 000 millones de USD en el metaverso, no ha conseguido atraer a los inversores. A pesar de ser una empresa con una capitalización de un billón de dólares hasta hace poco, sus acciones han perdido casi la mitad de su valor desde que se cambió el nombre en octubre; no es lo que se dice un apoyo entusiasta, pero hay que decir que la compañía se enfrentaba también a otros problemas.¹⁶ La capitalización de mercado de la empresa está ahora al nivel de United Healthcare en unos 460 000 millones de USD, y por detrás del valor seguro Berkshire Hathaway.¹⁷

¿Qué lecciones se pueden extraer? En conjunto, estas caídas sugieren que gran parte del entusiasmo ha sido bastante prematuro, especialmente teniendo en cuenta que al metaverso todavía le faltan años para terminar de materializarse. Unos bancos centrales partidarios de subir los tipos con el fin de reducir unos precios de los activos estratosféricos tampoco han ayudado.

También existen analogías históricas. Al igual que ocurrió con la burbuja de “las punto com”, que asentó las bases del internet actual, habrá tantos perdedores como ganadores. Y no se va a saber quiénes son los verdaderos ganadores hasta dentro de varios años, o incluso décadas.

Como dijo el futurólogo estadounidense Roy Amara – en lo que hoy se conoce como la ley de Amara – «tendemos a sobrevalorar el efecto de la tecnología a corto plazo y a subestimar el efecto a largo plazo».¹⁸

Por otra parte, es posible que los inversores pacientes quieran centrarse en áreas más fiables del metaverso, como la ciberseguridad, los semiconductores o las REIT de almacenamiento, o invertir con un gestor que pueda orientarlos en este mundo.

Seguro que está deseando hacerse con un top de Digital Balenciaga, pero, mientras tanto, lo último que le gustaría es perder la camisa en el mundo real.