Por qué todo el mundo habla de… la recesión
Las perspectivas para este año se han visto ensombrecidas por las preocupaciones de que los peores niveles de inflación en 40 años sigan siendo elevados y que la economía continúe siendo incapaz de salir de un escenario de crecimiento lento.
Es importante tener en cuenta que una gran parte de la población en edad laboral de los mercados desarrollados nunca ha conocido unas subidas de precios tan severas ni la perspectiva de tener que recurrir a unos tipos de interés más altos para volver a controlar la inflación. De hecho, hay toda una generación que nunca ha vivido una época sin mercados bursátiles alcistas, bajos niveles de inflación y tipos de interés reducidos.
El mundo ha cambiado, y la palabra «recesión» vuelve a ser de uso común. Sin embargo, la situación actual no tiene que llevar inevitablemente a una recesión. Y no todos los inversores se van a ver afectados por igual.
Sin embargo, a un nivel más general, se considera que una recesión es una contracción significativa de la actividad económica que se prolonga más de unos cuantos meses, según la Oficina Nacional de Estudios Económicos de los Estados Unidos.
Las recesiones pueden venir acompañadas de muchos factores, como un aumento del desempleo, una disminución del gasto de los consumidores y una caída del precio de las acciones. Además, podría haber un aumento del número de quiebras e impagos de préstamos.
Pueden deberse a factores externos como una guerra, desastres naturales o cambios en las políticas del gobierno. Una guerra, por ejemplo, puede interrumpir el comercio y reducir la demanda de bienes y servicios.
Además, algunos sectores de la economía pueden verse más afectados que otros. Por ejemplo, la recesión de 2008-2009 afectó especialmente al sector financiero1 y al mercado de la vivienda: en los Estados Unidos, el patrimonio de los hogares se redujo en 19 200 millones de dólares2, mientras que el precio de las casas cayó de media un 40 %3.
La gravedad de una recesión también puede variar. Cuando estamos ante una recesión más profunda y prolongada solemos utilizar el término «depresión» o, en palabras del expresidente de los Estados Unidos Harry S. Truman: «Es una recesión cuando tu vecino se queda sin trabajo; es una depresión cuando eres tú el que se queda sin trabajo».
Una recesión también puede provocar una caída del mercado: por ejemplo, en octubre de 1929, las acciones de Wall Street cayeron bruscamente después de un largo periodo de subidas basadas en la especulación durante los «Locos Años Veinte». En tan solo dos días, el Promedio Industrial Dow Jones cayó un 25 %. Cuando finalmente alcanzó su mínimo histórico en julio de 1932, el Dow Jones había caído un 89 %, y no volvería a recuperar los niveles de 1929 hasta 19544.
Sin embargo, no todas las recesiones terminan con un desastre para los mercados. Ha habido varias veces en la historia en las que los Estados Unidos han entrado en una recesión sin que esto conllevara una caída del mercado de consecuencias graves.
Recordemos que la inflación se refiere a la tasa a la que aumentan los precios de los productos y los servicios cotidianos que adquirimos, como los alimentos, la gasolina y los artículos de consumo. Los bancos centrales pueden subir los tipos de interés para intentar enfriar la economía y controlar unos altos niveles de inflación.
La teoría es que, al subir los tipos, un banco central puede influir en los costes de todos los tipos de préstamos, desde las tarjetas de crédito hasta las hipotecas. Unos tipos de interés más altos limitan la cantidad de dinero disponible y, a medida que se reduce la capacidad de endeudamiento tanto de los consumidores como de las empresas, los precios irán disminuyendo, porque los particulares gastarán menos en bienes discrecionales y otros gastos no esenciales y las empresas reducirán costes llevando a cabo despidos.
El Banco de Inglaterra, que recientemente anunció un aumento de 0,75 puntos porcentuales hasta llegar al 4 % (su mayor incremento desde 1989)5, empezó a elevar los tipos en 2022. Sin embargo, la Reserva Federal (Fed), el sistema bancario central de los Estados Unidos, ya había comenzado a llevar a cabo subidas con anterioridad – y mucho más altas.
El motivo es que los Estados Unidos fue la primera economía importante en la que empezaron a darse unos niveles de inflación más altos. Esto se remonta a 2021, como resultado de la inyección que supuso para la economía estadounidense el paquete de ayudas contra la pandemia del gobierno y el nivel de gasto que generó.
De aquí, la inflación empezó a contagiarse a otros países: la fuerte demanda de los Estados Unidos empujó al alza el precio del petróleo, mientras que la guerra de Rusia en Ucrania a principios de 2022 sacudió los mercados de la energía y los alimentos, especialmente en Europa. La respuesta de la Fed para atajar el problema de la inflación en los EE. UU. fue aumentar los tipos de interés hasta llevarlos a su nivel más alto en 15 años, lo que obligó a muchos otros países a hacer lo mismo.
En este sentido, las acciones de la Fed pueden influir mucho en las decisiones tomadas por los bancos centrales de otras economías importantes. La cuestión fundamental, por lo tanto, es: ¿hasta qué punto y cómo de rápido debe subir la Fed los tipos? ¿Y cuándo debería cambiar de dirección y empezar a reducir los tipos con el fin de evitar una posible recesión?
En el verano de 2022, numerosos economistas, estrategas de mercado y líderes empresariales se pronunciaron acerca de lo que consideraban una política equivocada por parte de la Fed. Su crítica se resumía en gran medida en tres ideas6:
- que la Fed no había actuado lo suficientemente rápido para controlar la inflación
- que no había sido lo suficientemente drástica (incluso tras varias subidas de tipos)
- que debería haber sido capaz de prever mejor la crisis.
Algunos utilizan el Leading Economic Index (LEI), que The Conference Board ha venido publicando durante décadas. Este agrega una serie de indicadores que muestran la marcha de la economía. Entre estos se incluyen el cambio en el S&P 500, las solicitudes de prestaciones de desempleo, los nuevos pedidos de fabricación y los nuevos permisos para la construcción de viviendas.
También recoge otros indicadores importantes como:
La inversión de la curva cupón cero
En el inicio del año 2022, el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años superó al de los bonos a diez años, lo que los economistas llaman una «inversión de la curva 2s/10s» y que históricamente ha sido un indicativo de recesión.
Para quienes no estén familiarizados con el concepto, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos emite valores a corto y largo plazo. La curva cupón cero compara los rendimientos de las letras del Tesoro a corto plazo con los bonos y las obligaciones del Tesoro a largo plazo. El Tesoro emite letras para periodos inferiores a un año y obligaciones a dos, tres, cinco y diez años; también emite bonos a 20 y 30 años.
Normalmente, cuanto más tiempo se lleve el dinero inmovilizado, más alta debería ser la rentabilidad, como compensación por el riesgo que supone este tiempo. De este modo, una curva cupón cero normal tiene una inclinación ascendente en la que el rendimiento aumenta a medida que lo hace la duración del bono. Pero, cuando los inversores están más preocupados por el presente que por el futuro, esta curva puede invertirse.
Una curva de rendimiento invertida ha predicho las últimas siete recesiones: 1970, 1973, 1980, 1990, 2001, 2008 y 20207 . A menudo es una señal de que la Reserva Federal ha subido demasiado los tipos a corto plazo o de que los inversores buscan bonos a largo plazo en lugar de activos de mayor riesgo.
La caída de los beneficios empresariales
En enero de 2023, el FTSE 100, el índice que agrupa los blue chips del Reino Unido, cayó un 0,4 % – especialmente las acciones relacionadas con la salud y las materias primas – después de que los datos mostraran que la actividad económica privada británica había decrecido al ritmo más rápido en dos años8. Los precios de las acciones son una predicción de los beneficios futuros de una empresa, y, cuando los beneficios disminuyen, las empresas recortan las inversiones, los empleos y los salarios. Una trayectoria descendente en el mercado puede ser por tanto un indicador de que la economía se encamina a una recesión.
La caída de la confianza de los consumidores
Cuando las personas y las empresas ven el futuro con incertidumbre, tienden a reducir el gasto y la inversión. Esto puede llevar a una disminución de la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez puede provocar una caída de la producción y el empleo.
Igualmente, el Banco Mundial ha recortado sus previsiones de crecimiento para 2023 teniendo en cuenta el impacto cada vez mayor de las subidas de tipos de los bancos centrales, la continuación de la guerra de Rusia en Ucrania y la ralentización de los principales motores económicos del mundo. El banco de desarrollo aseguró esperar un crecimiento del PIB global del 1,7 % en 2023, la tasa más lenta desde 1993 si exceptuamos las recesiones de 2009 y 202010.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo. Los economistas de Goldman Sachs ya no prevén una recesión en la zona euro. Entre sus motivos se encuentran una economía que ha demostrado ser más resistente de lo esperado a finales de 2022, la drástica bajada de los precios del gas natural y el abandono de las restricciones relacionadas con la COVID-19 por parte de China antes de lo previsto11.
En el mismo sentido, Jack Janasiewicz, Gestor de Cartera y Estratega de Cartera Principal de Natixis Investment Managers Solutions, cree que todavía es posible alcanzar un «aterrizaje suave» en los Estados Unidos. Entre los 12 datos que aporta, Jack asegura que «el mercado laboral sigue siendo sólido y el nivel de contratación y las subidas salariales se están moderando sin estrangular el mercado laboral»12.
En última instancia, las recesiones son significativamente difíciles de predecir. En palabras del veterano inversor Peter Lynch: «En los últimos 50 años, el mercado de valores ha tenido un historial del 100 % de aciertos a la hora de predecir los periodos de crecimiento de la economía. Nunca se ha equivocado. En lo que se refiere a las recesiones, está por debajo del 50 %».13
En diciembre de 2022, el presidente de la Fed, Jerome Powell, aseguró: «No creo que nadie sepa si vamos a tener una recesión o no… Simplemente, no puede saberse».14
Incluso ChatGPT – el chatbot omnisciente lanzado por OpenAI en noviembre de 2022 – no se atreve a predecir si va a haber o no una recesión en 2023.
Al ser preguntado, su respuesta fue: «Soy un modelo lingüístico y no tengo la capacidad de predecir eventos futuros como si va a haber o no una recesión en 2023… Además, el estado actual de la economía global está cambiando constantemente y puede verse afectado por un amplio abanico de eventos impredecibles, lo que hace aún más difícil predecir el futuro».
Por ejemplo, los sectores defensivos – salud, servicios públicos y bienes de consumo básicos – suelen presentar un buen rendimiento durante una recesión porque proporcionan productos y servicios esenciales cuya demanda es en gran medida independiente de las condiciones económicas.
Los bonos también se consideran una clase de activos más segura porque proporcionan un flujo constante de ingresos y pueden servir de protección contra la volatilidad del mercado de acciones. Durante una recesión, invertir en bonos del gobierno de los Estados Unidos o corporativos de alta calidad puede ser una decisión sensata.
De hecho, si los bancos centrales dejan de subir los tipos a finales del primer trimestre de 2023, esto podría dar lugar a numerosas oportunidades en el campo de la renta fija, como un aumento de la exposición a la duración (que mide la sensibilidad de un bono a los cambios de los tipos de interés).
En lo que respecta a la renta variable, las compañías de valor tienen normalmente unos fundamentos sólidos, como unos altos niveles de reservas de efectivo y unos bajos niveles de deuda, lo que les ayuda a capear las contracciones económicas.
Recuerde que una recesión es simplemente un empeoramiento de la economía a corto plazo y que los mercados terminan recuperándose de nuevo. Por lo tanto, mantenga sus inversiones y, como siempre, asegúrese de tener una cartera bien diversificada capaz de resistir la volatilidad del mercado.
La diversidad intelectual permite desarrollar ideas más complejas. Y las ideas son oportunidades.
- Bono: el término «mercado de bonos» describe en un sentido amplio un mercado donde los inversores compran valores de deuda que son llevados al mercado, o «emitidos», bien por organismos gubernamentales, o bien por corporaciones. Los gobiernos suelen «emitir» bonos para recaudar capital con el fin de pagar deudas o financiar mejoras en las infraestructuras. Las empresas «emiten» bonos para recaudar el capital necesario para mantener sus operaciones, hacer crecer sus líneas de productos o abrir nuevas ubicaciones.
- Chatbot: abreviatura de «chatterbot». Se trata de programas informáticos que simulan la conversación humana mediante comandos de voz, chats de texto, o ambos.
- Renta fija: una clase de activos que paga un nivel determinado de flujos de efectivo a los inversores, generalmente en forma de intereses o dividendos fijos, hasta la fecha de vencimiento de la inversión —la fecha acordada en la que termina la inversión—, lo que a menudo lleva al reembolso del bono o su renovación . En el momento del vencimiento, se les devuelve a los inversores la cantidad principal que habían invertido, además de los intereses que hayan recibido. Entre las inversiones de renta fija típicas, se incluyen los bonos del gobierno, los bonos corporativos y, cada vez más en los últimos años, los bonos verdes. Los valores de renta fija pueden conllevar uno o más de los siguientes riesgos: crédito, tipos de interés (los precios de los bonos normalmente caen a medida que suben los tipos de interés), inflación y liquidez.
- Duración: una medida de la sensibilidad de un bono a los cambios de los tipos de interés. Su monitorización permite a los inversores gestionar el riesgo de los tipos de interés en sus carteras.
- S&P 500: un indicador ampliamente reconocido del rendimiento del mercado de valores de los Estados Unidos. Se trata de un índice no gestionado formado por acciones ordinarias de 500 compañías elegidas, entre otros factores, por su cuota de mercado, su liquidez y su representatividad dentro de un sector. También mide el rendimiento del segmento de gran capitalización del mercado de renta variable estadounidense.
- Valores a corto/largo plazo: los valores de renta fija ofrecen a los inversores un flujo de ingresos procedentes de los pagos de intereses fijos periódicos y un retorno del capital a su vencimiento. El Tesoro de los Estados Unidos garantiza los valores de renta fija del gobierno, lo que los convierte en inversiones de muy bajo riesgo, pero también con una rentabilidad relativamente baja. Los valores de renta fija a corto plazo incluyen las letras del Tesoro, que vencen en un año a partir de su emisión, mientras que los valores a largo plazo incluyen el bono del Tesoro (T-bond), que vence a los 30 años.
- Aterrizaje suave: una desaceleración económica moderada después de un periodo de crecimiento. Cuando la Reserva Federal y otros bancos centrales suben los tipos de interés para frenar la inflación tienen como objetivo conseguir un aterrizaje suave de la economía. Sin embargo, la Reserva Federal no siempre ha sido capaz de lograr un aterrizaje suave mediante subidas de tipos en anteriores ocasiones. La posibilidad de un aterrizaje suave se reduce debido a los retrasos asociados con la política monetaria.
- The Conference Board: una organización de investigación sin ánimo de lucro que proporciona información económica a las empresas miembro. Fundada en 1916, este think tank económico es una fuente privada de información empresarial ampliamente citada y especialmente conocida por la publicación de sus índices Consumer Confidence Index (CCI) y Leading Economic Index (LEI).
- Obligación del Tesoro: una obligación del Tesoro es un valor de deuda del gobierno de los Estados Unidos con un tipo de interés fijo y un vencimiento de entre dos y 10 años.
- Letra del Tesoro: una letra del Tesoro (T-Bill) es una deuda a corto plazo respaldada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos con un vencimiento de un año o menos. Cuanto más larga sea la fecha de vencimiento, mayor será el tipo de interés que pagará la letra del Tesoro al inversor.
- Rendimiento: una medida de la rentabilidad de los ingresos obtenidos de una inversión. En el caso de una acción, el rendimiento es el pago anual de dividendos expresado como porcentaje del precio de mercado de la acción. En el caso de los bonos, el rendimiento es el interés anual como porcentaje del precio de mercado actual
- Curva cupón cero: básicamente, es una línea que muestra las tasas de interés —en un momento determinado— de bonos que tienen la misma calidad de crédito pero fechas de vencimiento diferentes. La curva cupón cero muestra la relación entre los rendimientos de bonos con diferentes plazos de vencimiento. Se considera «normal» cuando el rendimiento de los bonos a largo plazo es mayor que el rendimiento de los bonos a corto plazo. La curva cupón cero más utilizada compara la deuda del Tesoro de Estados Unidos a tres meses, dos años, cinco años y 30 años. Se utiliza como índice de referencia para otros tipos de deuda, como los intereses de los préstamos hipotecarios o bancarios, y para predecir cambios en el rendimiento y el crecimiento de la economía.
2 Fuente: blah U.S. Department of the Treasury. "The Financial Crisis Response in Charts," Page 3 of PDF, https://www.treasury.gov/resource-center/data-chart-center/Documents/20120413_FinancialCrisisResponse.pdf
3 Fuente: Federal Reserve Bank of St. Louis. S&P/Case-Shiller U.S. National Home Price Index, https://fred.stlouisfed.org/series/CSUSHPINSA
4 Source : BBC, October 2008, ‘Lessons from the 1929 stock market crash’, http://news.bbc.co.uk/2/hi/business/7656949.stm
5 Fuente: Bank of England, MPC minutes, February 2023, https://www.bankofengland.co.uk/monetary-policy-summary-and-minutes/2023/february-2023
6 Fuente: CNBC, June 2022, https://www.cnbc.com/2022/06/18/here-are-three-things-the-feds-done-wrong-and-whats-still-not-right.html
7 Fuente: Federal Reserve Bank of St Louis, August 2018, The Yield Curve Versus the Unemployment Rate in Predicting Recessions
8 Fuente: Reuters, January 2023, FTSE 100 dips after weak data highlights recession risks
9 Fuente: WEF, January 2023, https://www.weforum.org/agenda/2023/01/global-recession-economic-outlook-2023/
10 Fuente: Reuters, January 2023, https://www.reuters.com/markets/world-bank-warns-global-economy-could-easily-tip-into-recession-2023-2023-01-10/
11 Source : Yahoo Finance, January 2023, Goldman No Longer Sees Euro-Area Recession as It Lifts Outlook
12 Fuente: LinkedIn, January 2023, Carve it Up
13 Fuente: Yahoo Finance, https://finance.yahoo.com/news/learning-peter-lynch-survive-market-181024634.html
14 Fuente: Transcript from press conference, Federal Reserve, December 2022, https://www.federalreserve.gov/mediacenter/files/FOMCpresconf20221214.pdf
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