La inversión sostenible ha experimentado un notable auge en los últimos años y ya no se considera como una estrategia de nicho dentro del sector.

A pesar de su creciente popularidad, sigue habiendo desafíos y existe la amenaza real de que los inversores se desanimen ante la proliferación de los casos de ecoblanqueo, la complejidad de las reformas normativas y unos rendimientos no tan espectaculares. A medida que el mercado y las motivaciones continúan madurando, ¿deberían los inversores tener una visión más optimista acerca del futuro de la inversión sostenible?

«La sostenibilidad es ahora lo normal y esto es algo totalmente nuevo», aseguraba Lea Dunand-Chatelet, gestora de carteras y jefa de inversión responsable de DNCA Investments, con sede en París. «Lo que va a suponer un desafío es la graduación».

Lea hablaba como miembro de un panel de inversión sostenible durante la reciente Natixis Thought Leadership Summit en París, donde explicó cómo el reto va ahora más allá de la simple introducción -y justificación- del concepto de inversión sostenible.

De hecho, el debate se está volviendo más complejo. Lea añadía: «La realidad es que tienes diferentes tipos de inversiones y tienes que competir con eso: puede que tengas productos que no tengan ninguna integración ESG, y luego los que tienen un impacto real. Hay un amplio espacio entre ellos».

Esto es evidente en las diferentes maneras en que los factores ESG se interpretan e integran en el sector de la gestión de activos. También ha coincidido con un abanico más amplio de temas que han ido ganando prominencia y que Karen Kharmandarian, compañero de panel y CIO de Thematics Asset Management, cree que añade otra capa de complejidad para los inversores.

«Tenemos un espectro más amplio de problemas que se están abordando en el área medioambiental, y en el área social también estamos viendo esta evolución», aseguró Karen. «La portería no deja de moverse, y lo hace muy rápidamente. Lo más importante es que no perdamos de vista la responsabilidad ante nuestros clientes».

Hablando como miembro de otro panel de debate sobre renta variable durante el evento, Soliane Varlet, gestora de carteras de renta variable SRI de Mirova, habló sobre cómo su equipo estaba utilizando estos problemas para identificar las empresas con mejores resultados financieros. Específicamente, Soliane explicó cómo la diversidad de género podía orientar la investigación y la selección de los valores para las carteras.

«El hecho es que las empresas con un equipo más diverso tienden a ser mucho más rentables económicamente», afirmó. «Para identificar a una empresa como defensora de la diversidad de género, nos centramos primero en la alta dirección porque hay una esfera de influencia. Es más probable que una mujer CEO tenga mujeres dirigiendo unidades de negocio».

La importancia del cliente
El argumento de Karen sobre tener en cuenta al cliente era una de las principales preocupaciones de nuestros panelistas. Aunque el sector se ha adaptado rápidamente a las nuevas demandas de sostenibilidad por parte de los clientes, esto ha sido difícil de llevar a cabo en algunas carteras.

Exponiendo sus ideas personales sobre esta área, Nathalie Wallace, jefa global de Sostenibilidad de Natixis Investment Managers, explicó que, en vez de esto, su equipo intenta encontrar los puntos en común dentro de un segmento de inversores determinado.

Utilizando el ejemplo de los clientes institucionales, Nathalie comentó: «Las compañías de seguros de todo el mundo se enfrentan exactamente al mismo problema. Esto es lo que se llama transición o adaptación climática, lo que significa que sus responsabilidades se van a ver afectadas por el impacto físico del cambio climático.

«Estamos aquí para servir a los clientes que se están esforzando por pensar en cómo va a ser el futuro. Y esto puede ser diferente para cada cliente».

En el caso de los inversores minoristas, a menudo hay más complejidades personales a las que hacer frente. Como explicó Nathalie, el reto para los gestores de activos es integrar tanto las cifras ESG no financieras como las consideraciones financieras materiales en la perspectiva de una persona.

«Los clientes minoristas de todo el mundo tienen los mismos problemas y ven las cosas de una manera similar, que es “sí, quiero contribuir a este factor transformador, pero también quiero jubilarme”», aseguró Nathalie. «No somos una ONG. Somos una sociedad de gestión de inversiones, y nuestro objetivo es cumplir con ambos objetivos».

Cancelación de ruido
Aunque puede que la inversión sostenible ya no sea una estrategia de nicho, abundan los desafíos tanto antiguos como nuevos, siendo uno de ellos la introducción de nuevas regulaciones y sus continuas modificaciones. Esto puede conllevar un coste significativo para las empresas.

Aún así, según Nathalie, esto va a ser simplemente así en el futuro; por lo tanto, la mejor estrategia puede ser limitarse a ignorar el ruido. «Somos inversores a largo plazo, y estamos aquí para ayudar a nuestros clientes y a los clientes de nuestros clientes a jubilarse, a prosperar, a financiar sus próximos proyectos de vida», afirmó.

Nathalie añadió que los gestores de activos deben aceptar el cambio, no resistirse a él: «Es extremadamente importante formar parte del grupo que crea los cambios, y no del que se limita a adoptarlos».

Por supuesto, reconocer los cambios a largo plazo en las tendencias es una cosa. Ser capaz de cuantificarlos con precisión e informar acerca de ellos es otra.  Como señaló Lea, mientras que el problema de la sostenibilidad y los datos era antes la escasez, el aumento de la popularidad de la inversión ESG le ha dado la vuelta a la tortilla y los inversores tienen que hacer frente ahora un gran número de preocupaciones.

Según explicó: «Hace 20 años, menos de una de cada 10 empresas de Europa incluía 10 páginas sobre desarrollo sostenible en sus informes anuales. Ahora, la mayoría de las páginas están relacionadas con este tema. Esto es demasiado».

Esta profusión de datos acerca de la sostenibilidad significa que deberíamos concentrarnos en filtrar la información valiosa en medio de todo el ruido, en lugar de presionar a las empresas para que publiquen cualquier cosa. Lea añadió: «Necesitamos cifras y datos sin procesar. La confianza en los datos va a ser fundamental en los próximos años. La estandarización es el primer paso y la regulación está empezando a imponerla».

A pesar de estos obstáculos, los panelistas estuvieron de acuerdo en que el trabajo extra merecía la pena. Los signos de cambio a largo plazo son inevitables y la mayoría quiere que sus carteras estén preparadas para el futuro, de manera que pueda beneficiarse de las transiciones.

Soliane concluyó diciendo: «Queremos asignar capital a las empresas que van a financiar la transición medioambiental y social. Las cifras ESG son fundamentales para evaluar las oportunidades sostenibles, pero también para conocer mejor los riesgos para una empresa».

DNCA​, Thematics y Mirova son filiales de Natixis Investment Managers y forman parte de nuestro Expert Collective.

GLOSARIO
  • Transición energética: la transformación del sector energético mundial desde unos sistemas de producción y consumo de energía basados en combustibles fósiles a unas fuentes de energía renovables. El cambio en las fuentes de energía no renovables como el petróleo, el gas natural y el carbón a energías renovables, como la eólica o la solar, es posible gracias a los avances tecnológicos y a un interés social por la sostenibilidad.
  • ESG: el término ESG (las siglas en ingles de medioambiental, social y de gobernanza) se utiliza ampliamente en el sector de las inversiones para describir tres tipos de factores no financieros que pueden afectar el rendimiento financiero de una empresa o un valor:
  • «Medioambiental» puede incluir factores relacionados con las energías renovables, la reducción de las emisiones de carbono, la gestión del agua, el control de la contaminación y otras preocupaciones ecológicas.
  • Las consideraciones sociales pueden estar relacionadas con las prácticas laborales, los derechos humanos, la responsabilidad social corporativa, la protección de datos, las prácticas de venta o las cadenas de suministro corporativas.
  • Las cuestiones de gobernanza pueden incluir la composición de los consejos de administración, las políticas contra la corrupción, la estructura de auditoría, el pago de los ejecutivos o los derechos de los accionistas.
  • Integración ESG: se refiere a estrategias que integran factores ESG en el análisis fundamental para buscar alfa y gestionar el riesgo, o que utilizan temas sostenibles para identificar oportunidades de inversión. Algunas estrategias ESG también intentan excluir tipos específicos de inversiones.
  • Taxonomía de la UE: se trata de un sistema de clasificación que establece una lista de actividades económicas medioambientalmente sostenibles. La taxonomía ofrece a las empresas, inversores y responsables políticos unas definiciones adecuadas de qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles desde el punto de vista medioambiental.
Este material se ofrece solo con fines informativos y no debe considerarse como asesoramiento en materia de inversión. Los puntos de vista expresados en este artículo pueden cambiar y no se puede asegurar que los acontecimientos se desarrollen según lo previsto en el mismo.