A medida que los gobiernos se van subiendo al tren de transición energética, empiezan a proliferar las oportunidades de inversión relacionadas con el cambio de los combustibles fósiles a otras alternativas más limpias.

Inundaciones históricas, olas de calor abrasadoras y la peor sequía desde la Edad Media. Estos son solo algunos de los eventos meteorológicos extremos que han ocurrido en Europa durante este año y que llaman la atención sobre lo urgente que es abordar el problema del cambio climático.

A pesar de que ya se ha avanzado un buen trecho, el camino hasta llegar al cero neto de aquí a 2050 va a exigir un esfuerzo hercúleo. La inversión anual en energías limpias, por ejemplo, va a tener que triplicarse hasta alcanzar los 4 billones de dólares de aquí a 2030 si realmente queremos alcanzar los objetivos en cuanto a las emisiones de carbono a nivel mundial.1

Y van a hacer falta soluciones revolucionarias: la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que casi el 60 % de las reducciones de las emisiones van a tener que provenir del uso de nuevas tecnologías. Actualmente se están produciendo innovaciones apasionantes en áreas como las energías renovables, el hidrógeno verde, la electrificación, el almacenamiento de energía, la agricultura vertical, la carne cultivada e incluso la gestión de residuos.

Pero, con la necesidad de innovación, es probable que veamos una serie de avances revolucionarios que traerán consigo oportunidades nuevas y atractivas para los inversores inteligentes. En este sentido, a medida que la revolución verde va tomando forma, ¿qué necesitan saber los inversores? ¿Y dónde están las oportunidades?

No hay vuelta atrás
La innovación en el sector energético no es algo nuevo. Desde la revolución industrial basada en el carbón que transformó radicalmente el mundo hasta los combustibles fósiles que hacen posible la sociedad moderna actual, el consumo de energía siempre ha ido evolucionando con el tiempo. Ahora, sin embargo, nos encontramos en las primeras etapas de otra revolución, una que podría resultar aún más grande y disruptiva.

Europa está liderando el camino. La energía eólica y solar ya representan la mayor fuente de electricidad de Europa, según la AIE, al haber superado recientemente al gas natural.2 Y con el plan REPowerEU de la UE, que tiene como objetivo hacer que Europa sea menos dependiente del gas ruso, se espera que la energía generada a partir de fuentes renovables se duplique a lo largo de los próximos ocho años.3

Esto se traduciría en un aumento de la seguridad energética nacional a corto plazo y podría reducir los precios con el tiempo; los precios de las energías renovables caen por lo general a medida que se amplía la capacidad y, recientemente, las energías renovables han llegado a ser hasta unas cuatro veces más baratas que el gas natural en el Reino Unido.4

Esta duplicación de las energías renovables también ayudará a la UE a cumplir con su ambicioso Plan del Objetivo Climático para 2030, con el que la UE quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 55 % por debajo de los niveles de 1990 de aquí a 2030.

Se trata de un objetivo enormemente ambicioso que requiere una inversión cuantiosa: la Comisión Europea, por ejemplo, calcula que la UE necesita una inversión adicional de 350 000 millones de dólares cada año para alcanzar estos objetivos, además de otros 130 000 millones de dólares para otros objetivos ambientales.5

En términos generales, la UE —junto con gran parte del mundo— tiene como objetivo alcanzar el cero neto de aquí a 2050, lo que significa que sería completamente neutra en cuanto a las emisiones de carbono a mediados de este siglo.

Al mismo tiempo, al otro lado del Atlántico, el nuevo proyecto de ley sobre el clima, los impuestos y la sanidad, que ha recibido el curioso nombre de Ley de Reducción de la Inflación, representa la legislación climática más importante jamás promulgada en los Estados Unidos.

El proyecto de ley tiene como objetivo recaudar alrededor de 790 000 millones de dólares procedentes de nuevos ingresos y ahorros a través de un nuevo impuesto de sociedades mínimo y una mejor exacción tributaria. Sin embargo, lo más importante es que destina 369 000 millones de dólares a la economía de las energías limpias estadounidense, principalmente en forma de créditos fiscales, subvenciones, préstamos y políticas de apoyo.6

Prestando especial atención a la electricidad limpia, el transporte eléctrico, y la captura y el almacenamiento de carbono, sus resultados pueden llegar a ser profundos, incluso aunque la cifra total parezca pequeña en comparación con los billones necesarios para financiar la transición energética a nivel general. El REPEAT Project, una consultora medioambiental, considera que el gasto de 369 000 millones de dólares podría reducir las emisiones en aproximadamente un 42 % por debajo de los niveles de 2005 de aquí a 2030.7 Energy Innovation8 y Rhodium Group9 han publicado unas cifras similares.

Después de varios años de grandes decepciones, los gobiernos están empezando por fin a tomarse la transición energética en serio. El camino, por supuesto, es incierto, pero ya no hay vuelta atrás.

Nuevas inversiones
A medida que el mundo se embarca en la mayor transformación energética en más de un siglo, ¿dónde deberían buscar oportunidades los inversores? Es probable que los próximos años sean testigos de un enorme crecimiento en áreas como la captura y el almacenamiento de carbono (CAC), las energías limpias, el hidrógeno y otros sectores más especializados, como la agricultura vertical. En todos ellos, está a punto de desencadenarse una enorme ola de gasto e inversión.

Es probable que las energías limpias, en concreto, reciban un gran impulso: el capex total en este campo podría alcanzar los 4,1 billones de dólares de aquí a 2035, 2,7 veces más de lo que se creía anteriormente, según REPEAT Project.10 La inversión en los llamados sectores «maduros», como el eólico y el solar, también se va a duplicar hasta alcanzar los 385 000 millones de dólares anuales de aquí a 2030, y se espera que aumenten los flujos a sectores incipientes como el hidrógeno y la CAC.11

Las consecuencias podrían ser igualmente enormes. Se espera que el aumento de la demanda de vehículos eléctricos y el almacenamiento en baterías impulse la demanda de materias primas clave, como el cobre, el litio, el cobalto y el níquel. La oferta de muchos de estos minerales ya es escasa, por lo que los precios podrían aumentar con el tiempo, beneficiando al sector minero.12

Otros sectores energéticos, como el nuclear, pueden también ser necesarios para ayudar a los países a cubrir carencias con el fin de alcanzar sus objetivos de cero neto para 2050, especialmente porque es poco probable que las energías renovables sean capaces por sí solas de ayudarlos a conseguir sus objetivos. A pesar de que es costosa y polémica, los países están empezando lentamente a adoptar de nuevo la energía nuclear.

El Reino Unido ha dado recientemente el visto bueno a una nueva central en la costa de Suffolk13 , Japón ha indicado un probable retorno a la energía nuclear después del desastre de Fukushima14 y hasta la UE ha incluido la energía nuclear en su taxonomía verde, dejando la puerta entreabierta a más inversiones en un futuro.15 Esto supone un cambio radical, y es probable que se traduzca en un impulso para las empresas de uranio después de una década de malos resultados, así como para las empresas de servicios públicos relacionadas con la energía nuclear.

Los bonos de carbono también deberían disfrutar de una fuerte demanda, y hay fondos diseñados para ayudar a los inversores a obtener exposición en todas estas áreas. Aun así, descubrir los próximos Tesla, Vestas Wind Systems o Enphase Energy no va a ser tarea fácil y nadie sabe con seguridad qué empresas o sectores ecológicos van a estar en lo más alto en 2030, y mucho menos en 2050.

Más bien, puede que los inversores quieran explorar una variedad de fondos diferentes —en renta variable, renta fija o incluso crédito privado— e invertir junto a un gestor experimentado que pueda ayudarlos a aprovechar esta oportunidad que solo se presenta una vez en cada generación.


Convicción verde para su asignación de renta fija.

Descubra más

GLOSARIO
  • Transición energética: La transformación del sector energético mundial desde unos sistemas de producción y consumo de energía basados en combustibles fósiles a unas fuentes de energía renovables. El cambio en las fuentes de energía no renovables como el petróleo, el gas natural y el carbón a energías renovables, como la eólica o la solar, es posible gracias a los avances tecnológicos y a un interés social por la sostenibilidad.
  • Fit For 55: Una serie de propuestas interconectadas que tienen como objetivo garantizar una transición justa, competitiva y ecológica de aquí a 2030 y más allá. A nivel general, el paquete de la UE refuerza ocho instrumentos legislativos ya existentes y presenta cinco nuevas iniciativas en una amplia gama de áreas políticas y sectores económicos: clima, energía y combustibles, transporte, edificios, uso de la tierra y silvicultura.
  • Cero neto: Un concepto que intenta describir el equilibrio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para que la suma de todos los GEI emitidos por las actividades humanas sea cero. El punto en el que alcancemos el «cero neto» será el punto en el que cualquier emisión residual de GEI se compense con tecnologías que los eliminen de la atmósfera.

1 Fuente: International Energy Association, https://www.iea.org/reports/net-zero-by-2050
2 Fuente: European Environmental Agency, https://www.eea.europa.eu/ims/share-of-energy-consumption-from
3 Fuente: European Comission, https://ec.europa.eu/info/strategy/priorities-2019-2024/european-green-deal/repowereu-affordable-secure-and-sustainable-energy-europe_en
4 Fuente: Clean Technica, https://cleantechnica.com/2022/07/17/uk-offshore-wind-costs-4-times-less-than-gas-fired-thermal-generation/
5 Fuente: European Commission, https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/speech_21_3506
6 Fuente: World Economic Forum, https://www.weforum.org/agenda/2022/08/why-the-u-s-inflation-reduction-act-is-an-important-step-in-the-transition-to-clean-energy/
7 Fuente: Repeat Project, https://repeatproject.org/docs/REPEAT_Summary_Report_022822.pdf
8 Fuente: Energy Innovation, https://energyinnovation.org/publication/modeling-the-inflation-reduction-act-using-the-energy-policy-simulator/
9 Fuente: Rhodium Group, https://rhg.com/research/climate-clean-energy-inflation-reduction-act/
10 Fuente: Repeat Project, https://repeatproject.org/docs/REPEAT_Summary_Report_022822.pdf
11 Fuente: Repeat Project, https://repeatproject.org/docs/REPEAT_Summary_Report_022822.pdf
12 Fuente: Appian Capital Advisory, https://appiancapitaladvisory.com/insights-the-critical-minerals-shortage/
13 Fuente: Reuters, https://www.reuters.com/business/energy/uk-gives-development-consent-sizewell-c-nuclear-plant-2022-07-20/
14 Fuente: Financial Times, https://www.ft.com/content/b380cb74-7b2e-493f-be99-281bd0dd478f
15 Fuente: Reuters, https://www.reuters.com/business/environment/eu-green-finance-advisers-walk-out-protest-2022-09-15/

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** Mirova US es un asesor de inversiones con sede en los EE. UU. y una filial en propiedad absoluta de Mirova. Mirova opera en los EE. UU. a través de Mirova US. Mirova US y Mirova han firmado un acuerdo en virtud del cual Mirova proporciona a Mirova US experiencia en inversión y análisis que Mirova US combina con su propia experiencia a la hora de asesorar a los clientes.