Nolan Hoffmeyer

Nolan Hoffmeyer

Thematics Asset Management

Walid Azar Atallah

Walid Azar Atallah

Thematics Asset Management

Según afirman sus defensores, el metaverso está a punto de cambiarlo todo. En tan solo unos años, podremos disfrutar de una convergencia perfecta entre nuestras vidas reales y digitales, y podremos ocupar espacios para jugar, comprar o incluso colaborar en línea.

En vez de hablar con nuestros seres queridos que no estén cerca por Zoom o por el chat de Facebook, por ejemplo, podremos pasar la tarde juntos dando un paseo por la orilla del río Támesis digital. O puede que nos reunamos con nuestros compañeros de trabajo en una oficina virtual, en la que cada uno podrá disfrutar de una bebida virtual en su propia mesa. Las posibilidades son infinitas.

Además, los expertos de la industria creen que los poderes combinados de las nuevas herramientas de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT, el nuevo generador de texto de sensación desarrollado por Open AI y el generador de imágenes DALL-E, también por Open AI, podrían ayudar a acelerar el desarrollo del metaverso.1

De hecho, muchas personas están convencidas de que el metaverso, como el próximo paso en la evolución de Internet, va a revolucionar nuestras vidas de la misma manera que lo hizo la presentación del iPhone en 2007. Pero, ¿cómo será exactamente el metaverso?

Nadie sabe realmente lo que nos tiene reservado el metaverso. Aunque la mayoría está de acuerdo en que se convertirá en un espacio de realidad virtual que permitirá a los usuarios interactuar entre sí, ya existen diferentes interpretaciones de cómo va a ser en un futuro.De hecho, hay al menos dos versiones distintas del metaverso que se están imponiendo rápidamente, y la batalla entre las dos recuerda el ambiente libertario primigenio de los orígenes de Internet (la Web 1.0).

La primera versión, la centralizada, consiste en un metaverso basado en plataformas cerradas. A veces conocida como la Web 3.0, es la versión del metaverso que están desarrollando gigantes tecnológicos como Meta, Nvidia, Microsoft, Roblox y Activision Blizzard. Estas empresas van a ser las que controlen en última instancia los mundos virtuales que habitemos, como ocurre en el juego Fortnite, incluyendo las monedas digitales (como el Robux en el juego Roblox) que se utilizan dentro de estos mundos, a diferencia de lo que ocurre con las criptomonedas.

Puede que estas versiones del metaverso sean inmersivas y divertidas, pero sus críticos aseguran que se están desarrollando, pensando en el beneficio de sus creadores, no en el de sus usuarios. Como resume el fundador de Twitter, Jack Dorsey: «tú no eres el dueño de la web3. Lo son los capitalistas de riesgo y sus limited partners. Nunca va a zafarse de sus incentivos. En el fondo, se trata de una entidad centralizada con una etiqueta diferente».2

Además, los capitalistas de riesgo (VC) y sus socios (LP) pueden presionar a los fundadores del blockchain u otros creadores del metaverso para que cumplan con regulaciones centralizadas, como la recopilación de datos tipo Know Your Customer (KYC) o el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR). Incluso aunque la injerencia de los gobiernos sea mínima, eso sigue siendo algo inaceptable para los que creen realmente en la descentralización.

Estos preferirían una versión completamente descentralizada que esté desarrollada, dirigida y en manos de sus usuarios. Los tokens incluidos en el juego, como el MANA de Decentraland, se pueden intercambiar por otras criptomonedas, mientras que la propiedad de todos los activos digitales y artículos negociables se registra en un blockchain como Ethereum. Esta versión está claramente más cerca de la concepción del «estado red» que promulgan los defensores de las criptomonedas o las finanzas descentralizadas.
Sea cual sea la versión del metaverso que termine por imponerse —y es posible que haya mundos que compitan entre sí—, no se puede negar que este ofrece unas enormes oportunidades desde el punto de vista comercial.

Pongamos el ejemplo de los NFT (non-fungible tokens). Ya hay cientos de famosos, entre los que se incluyen Serena Williams, Snoop Dogg e incluso Paris Hilton, que se han sumado a esta tendencia en los últimos tiempos, y algunos NFT se han llegado a vender por hasta 69 millones de dólares.3 Los NFT son de fácil acceso y no son solo para las celebridades: todo lo que hace falta es un monedero criptográfico y Ethereum para hacer la compra. Y a pesar de que el interés por los mismos se ha ido enfriando en estos últimos meses, algunos expertos todavía creen que el mercado general podría alcanzar un valor de hasta 23 000 millones de dólares de aquí a 2030.4

Y aun así, esta cifra no es nada en comparación con las oportunidades que ofrece el metaverso en general. Si esto es así, ¿qué valor puede tener el Metaverso? Las estimaciones varían enormemente, lo cual no es sorprendente dado que este sigue siendo en gran medida tan solo un concepto.

JPMorgan, por ejemplo, cree que este mercado podría ascender a más de 1 billón de USD en ingresos anuales, el doble que el de los teléfonos inteligentes, si realmente se convierte en una extensión de nuestras vidas físicas.5 Goldman Sachs, por su parte, va más allá. Ha predicho que todo el metaverso podría representar una oportunidad de 12,5 billones de USD, suponiendo que un tercio de la economía digital actual acabe desplazándose al metaverso y que el mercado siga creciendo a un 35 % anual.6

Se trata de unas predicciones ambiciosas, pero quizá no imposibles. Sin embargo, sea cual sea el valor total del metaverso, empresas de todo tipo se están esforzando por establecer una presencia en él con el fin de sacar partido al mercado de rápido crecimiento que ofrece el que podría ser uno de los mayores cambios tecnológicos de nuestro tiempo.

Esto incluye firmas de moda que abren locales digitales, tiendas minoristas que venden NFT, agentes inmobiliarios que ofrecen parcelas de terreno digital y toda una lista interminable. «Desde un punto de vista empresarial», asegura JPMorgan, «existen oportunidades para escalar masivamente. En vez de tener tiendas en cada ciudad, un gran minorista puede crear un centro global en el metaverso que dé servicio a millones de clientes».7
Si tenemos en cuenta que se espera que el metaverso revolucione nuestras vidas, lo más probable es que haya varias maneras de invertir. Aunque puede resultar tentador apresurarse a crear una cartera de activos digitales como NFT, bienes raíces digitales o incluso empresas orientadas al metaverso cotizadas en bolsa, hay que ser precavidos.

El precio de la mayoría de los NFT, por ejemplo, se derrumbó en la segunda mitad de 2022, lo cual no es sino un reflejo de unas condiciones del mercado más amplias que han causado una devaluación de casi todos los activos, ya sean acciones, bonos, bienes raíces o relojes de lujo.8 Y a medida que han caído los precios, también lo ha hecho el interés general por los NFT.9

Al mismo tiempo, empresas pioneras en este campo como Roblox o Meta (anteriormente Facebook) han tenido una primera mitad de 2022 complicada, lo que demuestra, quizá, que el verdadero potencial del metaverso es, hasta el presente, más bombo publicitario que una realidad.10

Sin embargo, hay áreas del metaverso menos especulativas. Las empresas de ciberseguridad van a ser cada vez más necesarias a medida que nuestras vidas —y nuestras finanzas— se vayan volviendo cada vez más digitales. Además, la enorme escala del metaverso va a requerir miles de millones de chips semiconductores de alto rendimiento. Y todos estos datos tendrán que estar albergados en REIT de almacenamiento o granjas de procesamiento en la nube.

Estas áreas pueden parecer menos divertidas o apasionantes, pero también es probable que se beneficien del crecimiento constante del metaverso a largo plazo. La especulación puede resultar atractiva en la era de enriquecimiento rápido de las criptomonedas y los NFT, pero 2022 ha demostrado que también puede llevar fácilmente a la ruina financiera.

Como otra opción, es posible que los inversores quieran recurrir a un gestor de fondos centrado en la tecnología capaz de orientarlos en este mundo en rápida evolución. Hay un mundo nuevo a la vuelta de la esquina, pero eso no significa que invertir en él esté exento de riesgos.

Una cartera multitemática construida para el futuro

Descubra más

GLOSARIO
  • Blockchain – Blockchain es la plataforma digital que sustenta Bitcoin y otras criptomonedas. Su finalidad es crear formas más rápidas y eficientes de transmitir, recibir y hacer un seguimiento de las órdenes utilizando datos seguros. Las redes de blockchain combinan una tecnología de clave privada, redes distribuidas y libros de contabilidad compartidos. La confirmación y validación de transacciones es una función básica de Blockchain en lo que se refiere a las criptomonedas.
  • Chatbot - Abreviatura de "chatterbot", son programas informáticos que simulan una conversación humana mediante comandos de voz o chats de texto, o ambas cosas.
  • RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) – Como conjunto de normas para la protección de los datos, el RGPD establece límites a lo que pueden hacer las organizaciones con los datos personales, o sea, la información que permite que una persona viva sea identificada directa o indirectamente a partir de los datos disponibles. Estos pueden ser algo obvio, como el nombre de una persona, datos de su ubicación o un nombre de usuario online transparente, o pueden ser algo menos evidente a simple vista: las direcciones IP y los identificadores en forma de cookies pueden considerarse datos personales. El RGPD fue adoptado tanto por el Parlamento Europeo como por el Consejo Europeo en abril de 2016 y entró en vigor en mayo de 2018. A los países europeos se les permitió llevar a cabo pequeños cambios para satisfacer sus propias necesidades. En el Reino Unido, esta flexibilidad llevó a la creación de la Ley de Protección de Datos (2018), que sustituyó a la anterior Ley de Protección de Datos de 1998.
  • NFT (Non-fungible token) – Los NFT son tokens criptográficos únicos que existen en un blockchain y pueden representar elementos del mundo real como obras de arte y bienes raíces. «Tokenizar» estos activos tangibles del mundo real hace que sea más eficiente comprarlos, venderlos y negociar con ellos, al tiempo que se reduce la probabilidad de que se cometan fraudes. A diferencia de las criptomonedas, no se pueden ni negociar ni intercambiar por un valor equivalente. Esto los diferencia de los tokens fungibles como las criptomonedas, que son idénticos entre sí y, por lo tanto, pueden servir como medio para realizar transacciones comerciales. Gran parte del mercado actual de NFT se centra en los artículos coleccionables, como obras de arte digitales, cromos deportivos y rarezas.